La historia de amor de Faith y Carlos está formada por una conexión instantánea y circunstancias imprevistas. En el último año de la escuela secundaria, durante la pandemia, forjaron un vínculo mientras estaban separados por millas y, sin embargo, inseparables a través de conversaciones a través de los océanos.

Su tan esperada primera reunión en Londres durante la Navidad de 2020 se convirtió en una historia de confinamiento, pasando tres semanas confinada en un apartamento de un dormitorio. Después de Londres, mantuvieron su conexión a través de innumerables llamadas de FaceTime que duraron horas y acumularon facturas de telefonía móvil incalculables para sus padres.

Sus actividades individuales llevaron a Faith hacia una carrera en diseño de interiores mientras Carlos asistía a la universidad. A pesar de la distancia, su amor perduró, abarcando más de dos años de visitas intermitentes y interminables llamadas de FaceTime que literalmente parecían durar todo el día.

Se dieron cuenta de que anhelaban algo más que veranos y vacaciones juntos, lo que provocó la decisión de crear una vida juntos. Su compromiso se solidificó cuando decidieron unirse a la unión, optando por mudarse a Florida para compartir una vida en la que su historia de amor realmente pudiera florecer.

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